A él le prohibieron amar. La única manera de conocer el amor fue yendo a sitios clandestinos hace más de 30 años, en los sitios de “ambiente”. Esos lugares estaban a oscuras, solo se podía ver una luz tenue y roja que, cuando se alumbraba, se convertía en la advertencia para correr , ya que era la señal que avisaba que la policía entraba a esos espacios a atrapar a gays y llevárselos para la UPJ. Todo porque en esa época, los años 80, ser homosexual en Colombia era un delito.

Su nombre es Juan Daniel Castro, tiene más de 60 años y vive en Bogotá. Es el precursor de una iniciativa que se llama “Diversidad Senior Colombia”. Una charla con su amigo, Marlon, lo llevó a darse cuenta de la discriminación que había entre los gays y a entender la importancia de luchar por las personas adultas que son lesbianas, gays, bisexuales y trans.

Es un hombre luchador, perseverante, sensible y muy paciente. Muchas personas no habrían podido aceptar que les prohibieran amar. Cuando su familia hablaba de ser gay, lo decían con asco. Cuando sus compañeros de universidad se detenían a hablar del mismo tema, todo lo que hacían era burlarse. En un silencio incómodo y doloroso, Juan Daniel solo quería ser feliz.

Él lucha por los derechos de quien casi nadie piensa: personas mayores LGBT que no tienen ningún apoyo

El avance en los derechos de las personas LGBT y el aumento de la visibilidad de esta población hizo que él pudiera vivir su realidad con orgullo. La posibilidad de aceptarse a sí mismo lo ha llevado a dejar un legado en las diferentes personas de su colectivo, quienes lo ven como un líder y una persona que ha marcado la diferencia.